El
Análisis de redes sociales en HispanoAmérica: presente y futuro.
José Luis Molina (UAB, España)
Samuel Schmidt (UCJ, México)
XXIII Conferencia
Internacional de Análisis de Redes Sociales en Cancún (México)
Es, en primer lugar para
nosotros, una inmensa satisfacción estar aquí. Quedémonos con que estamos
andando un camino juntos, un camino, por cierto, que no ha hecho más que
empezar.
En esta sesión tenemos
algunos objetivos que cumplir. El primero es restituir las redes al
lugar que se merecen: a América Latina y a México en particular. Esta
Conferencia internacional, con sus espacios en español, con la participación de
savia nueva procedente de diferentes campos de conocimiento, es sin duda un
ejemplo de la creciente influencia de la contribución del mundo
hispanoamericano a la comunidad internacional. Es también un reconocimiento al
trabajo desarrollado en la última década por el Laboratorio de Redes del
IIMAS-UNAM y a su director, Jorge Gil Mendieta.
El segundo objetivo es reflexionar
sobre cuál es la realidad del análisis de redes sociales en lengua hispana hoy
día. Aprovecharemos las contribuciones a esta mesa que están disponibles en el
web REDES http://www.redes-sociales.org
para intentar fijar los diferentes usos y campos de aplicación existentes.
El tercer objetivo es
hablar del futuro. De qué queremos ser dentro de unos años y de cómo
queremos hacerlo. El futuro, vale la pena repetirlo, depende de nosotros. Pero
vayamos inmediatamente con la primera cuestión.
La perspectiva de redes
sociales constituye un espacio único. En este espacio confluyen disciplinas y
tradiciones intelectuales diversas y personas con intereses muy diversos. A
cambio de esta flexibilidad, los usos del concepto de red social son variados y
todos ellos igualmente legítimos. Las seis contribuciones realizadas para esta
Mesa Hispanoamericana por parte de investigadores que no pueden asistir al
Congreso (o por lo menos algunos de ellos) nos servirán como ejemplo para
argumentar nuestra propuesta. Aunque algunos de estos usos están ampliamente
difundidos a nivel internacional nos centraremos aquí en la producción
hispanoamericana.
El primer uso del concepto
red social, el metafórico, está naturalmente presente. Propondríamos
hablar de uso heurístico en lugar de metafórico en el sentido que
plantea problemas de investigación desde una perspectiva de redes. Este uso
heurístico ha dado lugar a trabajos tan notables como los de Larissa
Adler-Lomnitz Cómo sobreviven los Marginados (1975) o Redes sociales,
cultura y poder. Ensayos de antropología latinoamericana (1994), trabajos
que cambiaron la manera de ver a los marginados, a las clases medias o a las
élites políticas. De las seis contribuciones a esta Mesa, el trabajo de, Dedier
Norberto Marquiegui, “Inmigración y redes sociales en Argentina” sería un
ejemplo de este primer uso: la irrupción de la metáfora de redes en los
estudios migratorios en Argentina permitió renovar la historiografía y plantear
nuevas preguntas.
El segundo uso del
concepto de red social, íntimamente ligado con el primero, es el sustantivo,
empírico o etnográfico. La contribución de Silvia García, Diana Rolandi,
Mariana López y Paula Valeri, "Para el gasto". Vigencia de redes
de intercambio en un área rural del Noroeste argentino es un maravilloso
ejemplo de cómo se renuevan instituciones tradicionales como el trueque de sal
entre poblaciones de la puna y valles de los Andes Argentinos en momentos de
crisis. Aquí la redes son redes de caminos y recuas de animales cargados de sal
o alimentos.
Hay un tercer uso del
concepto de red social y es el de intervención mediante el
diagnóstico y la participación. El trabajo de Mónica Torres y Juan Luis Lovari Vulnerabilidad
y Trastornos Alimentarios. Una experiencia de trabajo en red es un buen
ejemplo de este uso. A través del diagnóstico del entorno social de una persona
con trastornos alimentarios (donde se identificó una red informal de ayuda) y
de la participación grupal de esas personas, se pudo intervenir de manera
efectiva en la mejora de su situación. Este concepto de diagnóstico
participativo utilizando los diagramas de redes como elemento de trabajo, se
utiliza en proyectos de participación ciudadana y en proyectos de desarrollo
local con indudable éxito.
El cuarto uso del concepto
de red social es ya el formal, el análisis de redes sociales
propiamente dicho, utilizando elementos tomados de la teoría de grafos y del
álgebra de matrices. La contribución de Marta Crivos, Laura Teves y Anahí Sy, El
análisis de redes en la consideración de las parasitosis humanas muestra
como a partir de la relación entre comunidades humanas y comunidades
parasitarias es posible obtener agrupaciones de individuos que no cuadran con
los factores de riesgo definidos por las aproximaciones convencionales. Aquí,
el análisis de redes ha servido para poner de manifiesto relaciones y
ordenaciones no identificadas previamente.
El trabajo de Ana Salomé
García Muñiz y Carmen Ramos Carvajal Las redes sociales como herramienta de
análisis estructural input-output es otro ejemplo de la increíble
fertilidad de la perspectiva de redes. En economía, el análisis input-output
identifica, en un marco territorial dado, los flujos existentes entre los
diferentes sectores productivos, permite valorar la demanda agregada y ofrecer
una imagen integrada de la actividad económica. Estas tablas input-output han
sido analizadas desde los años 50 con una batería de indicadores y han sido una
herramienta fundamental en la planificación económica. Pues bien, el artículo
muestra como se pueden obtener resultados al menos similares aplicando un
análisis de redes “clásico”, esto es, mediante las medidas de centralidad.
Saludamos este trabajo, pues reafirma una de las vocaciones del análisis de
redes desde sus inicios: la interdisciplinariedad.
El último uso, pero no
menos importante, es el de las redes sociales como punto de partida para
avanzar en teoría social. Carlos Lozares, en su trabajo Valores,
campos y capitales sociales propone una conceptualización de la vida social
a partir de la interacción como unidad irreductible. Toda práctica
humana, afirma, es un recurso para (o es o ha sido objeto de) una interacción
social. Estas interacciones producen valores, se producen en campos sociales o
estructuras y estos valores son apropiados o convertidos en capitales por
sujetos sociales. Sin agotarlos,
Lozares propone la existencia de cuatro tríadas irreductibles, valores, campos
y capitales de uso, de cambio o económicos, de signo o cognitivo y social. Su
trabajo es un buen ejemplo del potencial de desarrollo de la perspectiva de
redes para avanzar en Teoría Social.
Debemos apostar por
mantener abierto el espacio de las redes sociales, por mantener su centralidad.
Todos saldremos beneficiados.
¿Qué
ha cambiado? En una fecha tan cercana como la del 2001 en Budapest, algunos de
los que estamos aquí, hacíamos un balance de lo que había pasado desde 1988, el
Congreso de Sitges, en Barcelona. La lista REDES ya era de 200 personas (ahora
es de unas 250) pero sin embargo no existía un glosario de términos de redes,
materiales traducidos y una revista que recogiese la producción existente en
este campo. Hace sólo un año presentamos el primer volumen de la Revista Redes
en el IIMAS de la UNAM, precisamente con las contribuciones realizadas en
Budapest y ahora ya estamos en condiciones de presentar el tercer volumen, en
un nuevo formato, gracias de nuevo, a la increíble potencialidad de las redes. Con
el material de este encuentro elaboraremos un cuarto volumen y el quinto, con
la segunda parte del encuentro de Lille, está ya esperando.
Si
la producción científica marcha a buen ritmo, otra cuestión es la existencia de
una oferta de formación en análisis de redes sociales. De nuevo es necesario
multiplicar la oferta de cursos, seminarios, postgrados y cursos de doctorado.
En la UAB, conjuntamente con el curso de doctorado, pondremos en marcha en
Octubre de este año un Diploma de postgrado en aplicaciones del análisis de
redes sociales que tiene el objetivo de extenderse en las próximas ediciones al
resto de Centros y Universidades que estamos representados en la lista REDES,
de forma que sea posible el intercambio de docentes y la realización de cursos
a distancia. En Mayo de este año, en Sevilla, Isidro Maya y Luis Rull
organizarán unas jornadas sobre aplicaciones de redes sociales. Os animamos a
seguir su ejemplo.
El
tercer elemento fundamental para el futuro de la redes es la colaboración
activa con investigadores de otros países. La teoría de redes nos informa con
sencillez y rotundidad que si aumentamos la diversidad de nuestra red nos
hacemos más fuertes. Nos necesitan, decíamos no hace mucho en la lista. Pues
bien, es el momento de animar estas coautorías.
Por
último, la savia nueva. Cada persona diferente que se acerca con interés
a nosotros nos aporta un mundo nuevo de ideas y relaciones. Necesitamos savia
nueva. Y para ello creemos que lo importante es seguir manteniendo el espíritu
abierto y cooperativo que nos ha caracterizado desde el principio. La tarea de divulgación
debe continuar, aun siendo conscientes del enorme esfuerzo que representa. Si
lo hacemos así, el futuro depende efectivamente de nosotros.
Pero
ahora os toca a vosotros hablar ...
Adler-Lomnitz, Larissa
(1975). Cómo sobreviven los marginados. Madrid: Siglo XXI.
-
(1994). Redes sociales, cultura y poder. Ensayos de antropología
latinoamericana. México: Miguel Angel Porrúa.